http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0188440916300169 Es un placer darle la bienvenida a pagar homenaje y celebrar la vida del Dr. Luis Benítez Bribiesca, un distinguido médico que dedicó su vida al Instituto Mexicano del Seguro Social. Estoy particularmente agradecido por la presencia de sus hermanos, hermanas y parientes que están con nosotros hoy. El hecho de que este homenaje es tan buena asistencia se debe a la gran afecto y respeto que el Dr. Luis Benítez genera entre aquellos de nosotros que lo conocían con claridad. Luis Benítez Bribiesca, hijo del Dr. Luis Benítez Soto y Sra. Blanca Bribiesca, nació el 14 de julio de 1934. Estudió Medicina en la Escuela de Medicina Militar, donde se graduó con honores en 1957. Ha realizado la Residencia Médica en Boston y más tarde fue galardonado con una beca para estudiar en Alemania para su formación como investigador. Trabajó en el Hospital Militar Central y en el Instituto Nacional de Cancerología. Entró en el Instituto Mexicano del Seguro Social en 1968 como Jefe de la Unidad de Investigación Clínica de las enfermedades oncológicas, alcanzó el grado de Investigador Bajo el título, y fue miembro de Nivel III del Sistema Nacional de Investigadores. Su producción científica superó 250 artículos publicados. Él estaba afiliado con 23 sociedades académicas y científicas nacionales e internacionales, entre los más destacados fueron la Academia Mexicana de Cirugía, la Academia Nacional de Medicina, y la Asociación Mexicana de Patólogos. El Dr. Benítez fue Profesor de Patología, Biología Celular, y la Filosofía de la Medicina, asesor de estudiantes de Doctorado y Maestría en Ciencias Médicas Ph.D. programa, y ​​Coordinador del Programa de Maestría en Física Médica UNAM, consultor del Master en Farmacología y Profesor de Biomedicina Molecular en el Instituto Politécnico Nacional. Bajo su dirección, se graduaron 21 estudiantes de licenciatura, 1 estudiante especialidad médica, 11 estudiantes de maestría, y 7 estudiantes de doctorado. Dentro de su labor como editor, fue fundador y editor emérito de la revista “ Patología ”, editor de “ Gaceta Médica de México ”, miembro de los comités editoriales de las revistas “ Cancerología ” y “ Diario de Cancerología ”, editor del Grupo ángeles “ Acta médica ”, y editor en jefe de “ Archives of Medical Research ” desde 1992. El Dr. Benítez obtuvo varios premios y distinciones, entre los que se destacan el premio “Everardo Landa” a la mejor obra presentada para la admisión en la Academia Nacional de Medicina en 1985 y la Medalla al “Mérito Universitario” otorgado por la UNAM en 1996. Se hablaba cuatro idiomas, además del español: Inglés; Alemán; Italiano y francés. El pasado 30 de noviembre, después de librar una gran batalla con la enfermedad a la que dedicó su vida como un investigador, se fue de estas trincheras a la edad de 81 años. Me encontré con el Dr. Luis Benítez Bribiesca en 2005, cuando fue a ver al entonces jefe de la Educación, Investigación y Políticas de Salud de la unidad, el Dr. Carlos Lavalle Montalvo, con el que había estado trabajando en el momento, para hacer frente a sus preocupaciones con respecto a la revista Archives of Medical Research . En ese momento, se había producido una recomendación al Director General del Instituto, con la voz de un grupo de auditores externos, con respecto a la conveniencia de suspender la publicación de la revista Archives of Medical Research , debido al hecho de que representaba un gasto de $ 80.000 dólares al año para el Instituto, sin un “beneficio” clara. El Dr. Benítez Bribiesca casi tuvo un ataque al corazón! “ ¿Qué significan ningún beneficio claro? Es la “joya de la corona”. ¿No ven que Archives of Medical Research es la revista de mayor prestigio en América Latina en el ámbito médico? ”Su factor de impacto ha aumentado constantemente, 0,618-1,382 en los últimos años. Y no se detuvo allí: Desde 2005 hasta 2015, siguió aumentando, alcanzando un factor de impacto de 2,645. Luis Benítez defendió la “uñas y dientes”. Diario El habló con quien tenía que con el fin de evadir la recomendación desafortunado. Trabajó sin descanso para demostrar que día tras día, más y mejores autores buscaron Archivos para publicar sus artículos. Y como el destino quiso que, en 2007 fui asignado como “Asistente Oficial” del Dr. Benítez con el título de fantasía de “revisor técnico médico”. Luis Benítez me enseñó, pulgada por pulgada, la profesión laboriosa de un editor de revista. Él era un amo estricto y riguroso, exigió un alto grado de compromiso en el trabajo asignado a cada uno de los miembros del equipo, y no era muy tolerante con los errores. Pero también es cierto que apreciaba y esfuerzo y alabó el trabajo bien hecho. Luis Benítez combinó su trabajo como editor de la revista con la de investigador y profesor. Había días y tiempos asignados a cada actividad, y en todos los ambientes que siempre fue el ejemplo de disciplina en el trabajo, una costumbre que sin duda había adquirido en su tiempo como médico militar. Él era exageradamente puntual a pesar de la ventaja de no tener a la hora, y se vistió a los “nueves”. Era un firme defensor de la idea de que “para ser un médico se debe parecerse a una”. Al mismo tiempo, el Dr. Benítez creó un ambiente de trabajo cálido y agradable. Se conmemora cumpleaños y eventos importantes, y organizó con frecuencia desayunos y reuniones entre el personal de los Archivos y su Unidad de Investigación. Invariablemente saludó a todo el personal, independientemente de su categoría. Él tenía una sonrisa para todo el mundo. Recordó el nombre de cada uno de sus alumnos y, a menudo relacionada con alguna anécdota asociada a cada uno. Tenía mala “Soco”, su fiel colaborador durante más de 45 años, bajo la espada de Damocles .... “Socorrita .... mi llamada…. (Broma ahogándola)”. Lucharon durante todo el día ya todas horas, pero esto nunca afectaron el gran afecto que todos sabían que tenían el uno al otro. Oscar, que también trabajó con él durante más de dos décadas, fue reprendido con frecuencia, pero, al mismo tiempo, el Dr. Benítez también lo estimuló, diciendo “dejo mis mejores soldados de las batallas más difíciles”. Tuvimos la suerte de pelear la buena batalla juntos. El Dr. Benítez también tenía la costumbre de asignar todos los apodos de nosotros .... “Curly”, “en”, “en”, “Patota”, “Selenicë” .... Yo era la “princesa”. Luis Benítez era erudito en muchos temas. Disfrutó de arte, sobre todo la ópera. Tomó el gran placer de María Callas, Mozart y Verdi .... Él sabía que la historia de cada ópera y sé que él también tenía una buena voz de tenor, aunque nunca he tenido el privilegio de escuchar cantar. Él sabía mucho sobre todo: matemáticas; física Médica; países y sus culturas, personajes, fechas, datos históricos curiosos, y los temas de la educación. Amaba la gimnasia, el cual resolvió era el deporte por excelencia , y odiaba el fútbol. Por la tarde, disfrutó de salir a su jardín para tomar una copa de vino y escuchar a la ópera, a veces acompaña a esta ensoñación con un cigarrillo .... Luis Benítez se acercó a todas sus responsabilidades con gran profesionalismo. Con respecto a su trabajo editorial, que no dudó en instruirse, primero para Gaceta Médica de México y más tarde para Archives of Medical Research . Asistió y organizó congresos editores, y fue gracias a su compromiso, amor y esfuerzo (y en no pocas ocasiones, el apoyo financiero de su cuenta personal) que Archives of Medical Research ha adquirido, desde hace varios años, América Latina liderazgo entre las revistas científicas.

http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0188440916300169 Elsevier BV (2017). Luis Benítez-Bribiesca Sotero. Recuperado el 03/04/2017