La guerra no tiene rostro de mujer

Por: Alexiévich, Svetlana, 1948-.
Colaborador(es): Dobrovolskaia, Yulia [Traductora] | García González, Zahara [Traductora].
Tipo de material: materialTypeLabelLibroSeries DEBATE/Historia.Editor: Bogotá (Colombia) : Barcelona (España) : Penguin Random House Grupo Editorial : DEBATE, 2015Descripción: 364 páginas ; 23x15 cm.Idioma: EspañolISBN: 9789588931159.Otro título: U voini ne zhenskoe lizo.Materia(s): Literatura rusa | Autores rusos | Novela histórica | Mujeres -- Aspectos sociales | Mujeres en la guerra | Mujeres en la guerra -- Relatos personales | Mujeres como militares -- Relatos personales | Guerra Mundial II, 1939-1945 -- Relatos personalesClasificación CDD: 940
Contenidos parciales:
La persona es más que la guerra.
No quiero recordar.
Deberíais crecer niñas...Estáis muy verdes aún...
Yo fui la única que regresé con mi madre.
En nuestra casa viven dos guerras.
El auricular ni dispara.
Nos condecoraban con medallas pequeñas.
Recuerdo aquellos ojos.
Nosotras no disparamos.
Se necesitaban soldados...Pero nosotras lo que queríamos era estar guapas.
Señoritas, ¿saben ustedes que la esperanza de vida de un jefe de la sección de zapadores es de dos meses.?
Una mirada, una sola.
Y la patata de primavera es diminuta.
Mamá, ¿cómo es papá?
Se puso la mano allí, en el corazón.
De repente sentí un irresistible deseo de vivir.
Tags from this library: No tags from this library for this title. Log in to add tags.
    Average rating: 0.0 (0 votes)
Item type Current location Collection Call number Copy number Status Date due Barcode
Libro - Material General Libro - Material General Biblioteca Campus Palmas
General
General 940.5481/A384 (Browse shelf) 1 Available 0021355

Título original: U voini ne zhenskoe lizo

Premio Nobel de Literatura, 2015.

Décima primera reimpresión: julio, 2019

La persona es más que la guerra.

No quiero recordar.

Deberíais crecer niñas...Estáis muy verdes aún...

Yo fui la única que regresé con mi madre.

En nuestra casa viven dos guerras.

El auricular ni dispara.

Nos condecoraban con medallas pequeñas.

Recuerdo aquellos ojos.

Nosotras no disparamos.

Se necesitaban soldados...Pero nosotras lo que queríamos era estar guapas.

Señoritas, ¿saben ustedes que la esperanza de vida de un jefe de la sección de zapadores es de dos meses.?

Una mirada, una sola.

Y la patata de primavera es diminuta.

Mamá, ¿cómo es papá?

Se puso la mano allí, en el corazón.

De repente sentí un irresistible deseo de vivir.

There are no comments on this title.

to post a comment.

Click on an image to view it in the image viewer