Lo que no dije en mi automoribundia

1. Racalcitrancias de la niñez y la juventud

2. De mi diario íntimo

3. Sillón ideal

4. Mi tiempo

5. Mi despertador

6. Mane, Thecel, Phares

7. Verdades del corazón

8. Sinceridad y verdad

9. Mis bancos públicos

10. No se envejecen

11. Anécdota de juventud

12. Una ópera malograda

13. Carta inédita a mí mismo

14. El mal lector y el buen lector

15. Lo que no soy, no fuí y no seré

16. Intimidades

17. Penúltima despedida

Aunque Ramón Gómez de la Serna (1888-1963) Cultivó casi todos los géneros literaios, no puede decirse de su obra que se componga de novelas, biografías, ensayos o poema: es, sobre todo y antes que nada, "ramonismo". Temperamento en libertad, el inventor de la gregueria rechazó módulos y normas, ensayó caminos para después abandonarlos, se entregó al puro disfrute de escribir concibió la labor literaria como una especie de anticreación: iQué difícil es trabajar para no hacer, trabajar que todo resulte muy deshecho, un poco bien deshecho! Demasiado para contarse entre las filas del 98 y plenamente maduro ya cuando surgen los grupos generacionales posteriores, Ramón no es discípulo de ningún escritor anterior y tampoco crea escuela; su extensísima obra es la de un solitario que escribe movido por una insaciable necesidad de invención (Resumen tomado del libro: 29/09/2017)